domingo, 3 de mayo de 2015

El diario de Shinju (4): La comida familiar

Tuvo que llegar, el maldito día de la comida familiar. Sora vino a buscarme como siempre, con su vestidito y tacones. Normalmente me cuesta no fijarme en ella; no lleva nada fuera de lo normal y, sin embargo, siempre me parece que va provocando. No es la ropa, sino la forma de sonreír y de mirarme, los gestos que me hacen recordar los momentos en los que estamos a solas. Sí, mi novia es un poco calienta-braguetas.

Al final mi familia decidió celebrar la reunión en un restaurante. No os podéis hacer una idea de cuánto me alegré, porque si a lo de atender a los invitados le sumamos el tener que ser anfitriones, no podría ser peor. 

El restaurante era un sitio muy pintoresco, con varias mesas familiares y una gran vista al patio trasero. Nuestra mesa tenía una especie de "falso techo", pero realmente estaba en el jardín. Algo me dice que por eso habían aceptado todos tan rápido comer fuera, porque así podían fumar toda la comida. Con el tufo que echa el tabaco...


Cuando trajeron los platos, prácticamente todos al unísono soltaron un "Itadakimasu" (que viene siendo un "que aproveche"). La gente de dentro se nos quedó mirando, sin entender qué pasaba. Hasta Sora me miró pidiéndome explicaciones. No, mi novia no es otaku, ni nada por el estilo y por eso le extrañó tanto la expresión. De hecho, creo que prefiere ignorar que sea japonés. Según lo que me ha dicho, le gusto por ser muy sociable y tener cara mona. Nunca ha querido aprender japonés y mucho menos que le hable en mi idioma materno. Supongo que debería preguntarle por qué. Pero ya si eso otro día.

Como era de esperar, mis primos se metieron con mi acento híbrido, como ellos mismos lo describieron. Además, era el único que hablaba español y japonés fluido, así que cuando el camarero aparecía, era el turno de Shinju de traducir absolutamente todo. Fue agotador.

Por su parte, mi novia estuvo toda la comida haciendo amistad con mi madre, que más o menos se hace entender en castellano. Si hay algo que se le da bien a mi chica, es entablar conversación con cualquiera -con cualquiera que hable su idioma, claro está-.

Pero no, la tarde todavía no había terminado; en la mesa de al lado, propusieron un brindis, alto y claro. Toda mi familia estalló a carcajadas. En japonés, chinchin significa "pito, pirola, pene", así que os podéis imaginar por qué todos se rieron al ver que se bebían las copas hasta el fondo.

Yo ya no podía más. Les dije a todos que me dolía mucho el estómago y me escabullí como pude con Sora. Salí cabizbajo hasta la salida y ya allí eché a correr hacia mi casa. Sora me gritó, pero le hice un gesto para que supiera que la llamaría luego.

Diooos, mañana tengo partido. これは最悪だ. Por una vez, espero que no me saquen de titular. Será mejor que me dé una ducha y me vaya a dormir. ¿Sabes? Empiezo a pensar que esto realmente sirve para algo. ¿Será el efecto placebo? さぁ...
Hasta mañana

Shinju

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