Capítulo
7
Esta
tarde es la obra de teatro. Todo el mundo está
de los nervios con los últimos preparativos y los miembros del club
están como locos, ensayando los pasajes más complicados. Como yo
estoy “lesionado”, me han dejado bastante en paz, pero aun así,
Yakov se ha asegurado de dejarme muchas cosas que hacer y me ha
tocado acabar de pintar los decorados. Mientras espero a que se seque
una de las capas de la pintura, aprovecho para ver cómo preparaban
el escenario. Supongo que Yakov quería que viera cómo se coordinaba
todo el evento, que siguiera aprendiendo de todo esto. Sin embargo,
todo es un caos, parece que las cosas vuelan por el aire y nadie se
queda quieto más de medio minuto en un sitio. Me parece que va a ser
imposible sacar nada en limpio de esto.
Esta
noche he meditado mucho sobre la charla que tuve con mi madre y,
aunque no me veo capaz de hacerlo, quiero hablar con Viktor. Sé
que van a venir todos los del reparto a practicar la obra en la pista
de hielo principal, por lo que aprovecharé mientras se cambian para
hablar con él un par de minutos. No sé cómo va a reaccionar cuando
me acerque, o si dejará que me acerque si quiera. Si Yurio está con
él, hablarle será prácticamente imposible. Todavía recuerdo
nuestro encuentro en los baños y su “sutil” mensaje de “ni se
te ocurra acercarte a Viktor”. Cada vez que lo pienso me pongo
malo. Siendo el coprotagonista, supongo que es casi imposible que no
estén juntos. La clave será esperar a un momento en el que ambos
estén haciendo cosas distintas. Ahhh… como si fuera tan fácil.
Me
coloco en la entrada de la pista, esperando verle a lo lejos. Veo a
Yakov pegando
chillidos a
todo el mundo, intentando ordenar un poco el griterío
de gente que hay ahora mismo, pero sin lograr gran cosa. Me río por
dentro. Es muy gracioso verle desesperado y que su mal humor no le
sirva de nada. Por dentro siento que es una pequeña venganza
personal por lo del bofetón, aunque no esté haciendo nada por
empeorarlo.