miércoles, 4 de julio de 2018

El ovillo de lana de Umiko: Yuri on Ice obsession + mi vuelta al patinaje

¡Hola~!
Como habréis supuesto, mi fiebre con Yuri on Ice empieza a llegar a extremos preocupantes. Con el anuncio de la nueva película y el concierto del 1 de julio estoy on fire con este anime. (Si queréis verme fangirlear como una loca, os dejo el enlace de youtube aquí). Al final he acabado utilizando el nuevo sketchbook solo para practicar dibujando fanarts de Yoi, la mayoría copiados de otros artistas. Fuera de la polémica de "deberías copiar dibujos de otros o no", lo cierto es que siento que dibujar a dos personajes que conozco y aprecio tanto hace que me sienta más libre para experimentar y equivocarme, así que siento decirle a más de uno que lo voy a seguir haciendo igual. Es más, es posible que en cuanto acabe el bloc haga un sketchbook tour para mi canal de dibujo.

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El caso es que *algo que no viene a cuento* llevo una temporada replanteándome si volver o no al gimnasio, porque me vendría bien perder algo de peso otra vez. La idea no me convencía demasiado, porque ir sola se hace terriblemente aburrido y encima me queda lejos de casa. Así que entre unas y otras, se me pasó por la cabeza una idea perversa: ¿y si vuelvo a patinar?

Yo de pequeña fui a clases de patinaje artístico una temporada y lo cierto es que me gustaba mucho, aunque se me daba fatal y lo acabé dejando. Sin embargo, esta vez me interesaba más para ir de paseo por la ciudad y no tanto para practicarlo como deporte per se, así que me armé de valor, me planté en el Decathlon y me compré unos patines. Y estos son mis niños (los únicos que había de cuatro ruedas para adultos) junto con sus debidas protecciones, porque una ha dejado de ser idiota y le importa su integridad mínimamente:




Siempre he preferido los de cuatro ruedas; me parecen más cómodos para patinar, más estables (cosa que no me viene mal) y en general, me trae buenos recuerdos de mi etapa más enana. Yo pensaba * inocente de mí * que patinar sería como montar en bicicleta y que no se olvidaba con los años... Pues bien, os confirmo que sí que se olvida. Nada más comprar los patines me puse a hacer el imbécil con ellos en casa y tuve mi primera caída de culo. Y digo primera, porque que yo recuerde siempre me había caído de frente o de lado en las clases.

Total, que me puse a investigar un poco online, para ver cómo hacer lo básico de lo básico para no matarme. Y adivinad qué: Mis profesoras de cuando era pequeña no me habían enseñado NADA. NADA DE NADA. Siento que he descubierto después de tantos años que habían pasado olímpicamente de mí en las clases. Resulta que había aprendido a desplazarme un poco por inercia y algo de equilibrio sí que había cogido; pero por lo demás, no me habían enseñado a frenar, ni a girar, ni a cambiar de dirección... recordaba vagamente que a veces le pedían a alguno de mis compañeros que hiciera las figuras para mí, pero en ningún momento me dijeron cómo hacerlas realmente (en plan, cómo poner los pies, cómo desplazar el peso...). Sé más de patinaje ahora, viendo vídeos de YouTube que entonces cuando iba a clases. Un desastre, vamos ¬¬.

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Así que estoy empezando por mi cuenta de nuevo, con bastante ilusión la verdad. Es como una sensación muy incómoda, como la de aprender a andar otra vez, pero al mismo tiempo me gusta y me parece entretenido. Veamos una lista de lo que he conseguido hasta ahora por mi cuenta:

1. Afianzar la posición de seguridad - Conseguido!
2. Frenar - Conseguido! (al 80%, diría yo)
3. Saltos pequeños de 90º, recuperando la estabilidad de la posición de seguridad - Conseguido!
4. Girar para cambiar de sentido - En proceso, Progresa Adecuadamente.
5. Limones (hacer círculos con los pies, básicamente) - conseguido hacia delante con bastante soltura; hacia detrás, necesita mejorar.


¿Y qué tiene que ver esto con Yuri on Ice? Realmente siento que me acerco un poquito -un nada, vamos- a la sensación de los personajes de la serie U///U. Obviamente a estas alturas de la vida mi aspiración a hacer un salto -el que sea- es nula, sino inexistente, pero me hace mucha ilusión aprender a desplazarme con ellos. Creo que cualquier cosa que me motive a hacer ejercicio y que no se me haga aburrido o un suplicio merece la oportunidad. Además, no sé si soy la única a la que le pasa, pero me encanta el tacto de los patines, como que son muy suaves, elegantes y a la vez resistentes.

En fin, ya os iré comentando según vaya mejorando mis habilidades.
Nos vemos.
Matta ne n.n

1 comentario:

  1. Que guay! Yo de pequeña tenía patines de cuatro ruedas e iba por las tardes a un parque a patinar, me encantaba pero me quedaron pequeños y mi padre le quito las ruedas para que mi hermana los pudiera usar para majorette por que como eran unas botas blancas pues daban el pego xD
    Y no volví a patinar y siempre he tenido la espinita de hacerlo pero como de mayores solo hay de linea no de cuatro que son los que me gusta :S

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