Reseña anime: Kuroko no Basket

Anoche quedé con unos amigos para ver el último episodio y tengo una mezcla muy extraña de sensaciones. Se me hace especialmente difícil hablar de esta serie. Espero poder transmitiros con mis palabras lo mucho que significa para mí.

La historia es bastante sencilla: en una escuela japonesa surge un equipo de cinco prodigios del baloncesto. A medida que sus habilidades van evolucionando, se genera en ellos un fuerte individualismo y se dan cuenta de que no pueden seguir juntos como equipo. Inevitablemente, al llegar a secundaria, cada uno se va a un instituto distinto. Sin embargo, estos genios no estaban solos; junto a ellos había un jugador más: "el sexto hombre fantasma" (Kuroko), que no comprende la manera de actuar de sus compañeros y busca la forma de demostrarles la verdadera importancia del trabajo en equipo: ganando el torneo entre escuelas de todo el país.

Al principio puede sonar a una historia tópica por la simplicidad de los motivos del protagonista. Sin embargo, Kuroko es un personaje mucho más complejo de lo que parece a primera vista: Tiene un gran sentido de la lealtad, del compañerismo y se esfuerza en mantener durante toda la obra los principios que le hacen amar el baloncesto de verdad. Es callado y reservado y nunca habla o actúa si no tiene nada que decir. Lo que más sorprende de él es su falta de presencia; sabe que no es un jugador excepcional, por lo que su verdadero objetivo es encontrar una "luz" a la que llevar a la victoria.

Los personajes en general son muy carismáticos, especialmente los miembros de la "generación de los milagros". Además, su evolución durante las tres temporadas es palpable, tanto en habilidades como en madurez y determinación. Uno de los más significativos es Akashi, que por su conflicto interno, acaba siendo el oponente más temible y frívolo de todos.

Es un anime que introduce fuertes valores morales dentro de la historia. El superarse a uno mismo, asumiendo nuestros defectos y potenciando nuestras virtudes. El propio Kuroko se cuestiona en más de una vez qué significado tiene la victoria y si realmente merece la pena hacer cualquier cosa para lograrla. Estas escenas invitan al espectador a reflexionar con él y a acompañarle en la búsqueda de sus respuestas.

En cuanto al interés de la obra, incrementa exponencialmente cada temporada. La primera  es sencilla, sin ser especialmente relevante; la segunda profundiza más en los personajes y su personalidad, pero el cambio verdaderamente viene en la tercera. La tercera temporada nos trae partidos de mucha emoción; se destapan los trapos sucios del pasado y asistimos al choque de opiniones entre los mejores jugadores del país.

Ni si quiera Kuroko no Basket se libra de defectos; algunos partidos se alargan demasiados capítulos y en ocasiones las habilidades y choques entre personajes resultan muy exagerados. Además, hay quien se queja de ciertas "insinuaciones" yaoi dentro de la obra, aunque sí que es cierto que cuando la trama va cogiendo seriedad, desaparecen por completo. Por su parte también hay mucha gente que critica la animación de determinadas escenas, especialmente en los dos últimos partidos de la tercera temporada.

He de admitir que hay muchos otros animes de deportes mejores en cuanto historia y personajes, pero para mí, Kuroko no Basket tiene un lugar muy especial dentro de mi kokoro. Ninguna otra historia me ha hecho sentir tanta emoción e incertidumbre como esta; levantarme de mi escritorio y gritar de la emoción porque no me creía lo que estaba pasando; el no saber qué va a ocurrir, quién va a caer y cómo van a resolver las situaciones más complicadas es el condimento fundamental de los partidos.

Por otra parte, la banda sonora me ha parecido muy apropiada para este tipo de historias. En especial me han gustado dos de los openings; uno de ellos el primero de la primera temporada, Can do y el segundo el penúltimo de la tercera temporada, Zero. Esta música es puro positivismo y transmite la energía necesaria para seguir adelante.

El final me ha gustado mucho. Tal vez habría sido mejor si hubiesen juntado el penúltimo y último episodio en uno sólo, pero lo cierto es que me dejó un buen sabor de boca. De esta manera, se reafirma mi amor incondicional por Kuroko; hubo ciertos momentos en los que Kise también me gustaba mucho, pero me quedo, sin ninguna duda, con mi albino favorito.

Pese a todas las críticas que pueda tener, creo que es una historia que puede gustar prácticamente a todo el mundo. Además, la cosa no acaba aquí, ya que Ivrea ha licenciado recientemente el manga en nuestro país. Sé que es una historia que voy a llevar siempre conmigo, así que sin duda os hablaré de ella cuando lo tenga en mi estantería; mientras tanto, prefiero dejar que comprobéis por vosotros mismos la magia de Kuroko.

Calificaciones:

Banda sonora: 4/5
Historia: 4/5
Personajes: 5/5

General: 5/5