El porqué de los fanfics

La primera vez que leí un fanfic fue por casualidad. Estaba buscando imágenes por internet, cuando, al entrar en una página, descubrí una historia sobre una de las series que estaba viendo en aquel momento. Me fascinó poder ver a dos personajes de forma totalmente distinta a la que conocía y ver que había cientos de personas haciendo lo mismo. Pero quizá lo que más me impactó fue el nuevo mundo de posibilidades que se habría ante mí.

Me he encontrado muchas características en común entre unos autores de fanfics y otros. Lo normal es que se peguen manías a la hora de escribir; tanto, que uno es capaz de reconocer a un novato fácilmente por el tipo de vocabulario y estructuras que utiliza. Uno empieza a admirar ciertas historias y se va forjando la manera de narrar. De esta forma se crea un comunidad de personas que se comunican de forma similar y que buscan lo mismo: exprimir al máximo las series que les gustan.

He pensado mucho tiempo por qué los fanfics resultan tan irresistibles, dependiendo de lo bien o mal que estén hechos. Algunos consiguen cifras astronómicas, tanto en visitas como en comentarios, pero muchos otros quedan marginados prácticamente en el olvido. Aun dándole muchas vueltas, lo cierto es que no hay un único factor que intervenga, por lo que, tendremos que analizarlo desde varias perspectivas.

Lo primero que diferencia un fanfic de un relato cualquiera es que los personajes, o el universo del mismo, ya han sido creados antes de que el autor escriba su obra. Es decir, es un ser totalmente independiente de la persona. Uno escribe un fanfic porque tiene cierta relación con una obra en concreto y quiere darle un punto de vista distinto. A veces es el simple deseo de ver dos personajes haciendo algo en concreto; otras veces son las ganas de cambiar un mal final; sea cual sea, el resultado es siempre para complacer al autor.

Ahí reside el encanto del fanfic: el deseo. No en que esté bien o mal escrito, sino que satisfaga los caprichos del creador y del lector. Lo que atrapa no suele ser la narrativa, sino los hechos y como se van desarrollando. Las normas de los personajes se rompen y el lector ve hechas realidad sus más recónditas fantasías. De alguna forma, derrumba las barreras de cada uno de los personajes, deshumanizándolos y haciéndolos meras marionetas del autor.

El porqué algunos triunfan y otros no tiene tal vez más relación con la suerte que con el talento. El boca a boca es lo que hace que un escritor se haga famoso en los suburbios de la escritura. De hecho, es posible que el mejor fanfic del mundo no sea apenas leído si no se da a conocer lo suficiente. De esta manera, el amante de los fanfics se sumerge en este remanso de textos hasta encontrar aquel que le satisfaga. ¿Cuestión de gustos? No. Cuestión de necesidades.