El ovillo de lana de Umiko: Este no es mi padre

En un día tan insólito como hoy, en el que acabo de finalizar mis exámenes, era inevitable que algo ocurriera. De los muchos temas que tenía para comentar, ni mucho menos me esperaba hacer un comentario así y menos a estas horas. Sé que tenéis ganas de llegar al asunto, pero dejad que me explique como es debido:

Estando yo tan feliz de la vida, con mi recién estrenado tiempo libre, me dispuse a ojear sets de brochas de maquillaje. Las que tengo en este momento no me sirven para los nuevos productos que tengo, por lo que estuve durante un buen rato comparando precios para elegir algo equilibrado. El caso es que, una vez localizado uno que me interesaba, me fijé en que la página era alemana y ponía cosas muy extrañas en cuanto envíos. Mi solución fue la siguiente: decirle a mi padre que comprobase si tenía gastos de envío o no. Hasta ahí todo normal...

Una vez confirmado que no, le comenté que todavía quería esperar un poco al mes que viene, ya que se me venían otros gastos encima y era algo precipitado. También le comenté sobre unos tomos que a lo mejor compraba de segunda mano... Y entonces ocurrió. Dijo algo que jamás esperaría oír de sus labios.

"El maquillaje es un gasto de casa" - Padre de Umiko, Enero 2016.

............................¿Eh?

En serio, ¿qué...?

N-no... no ha dicho lo que creo que lo ha dicho. En realidad creo que todavía no lo ha dicho y que me daré un golpe en la cabeza de un momento a otro.

Lo sé, lo sé. Sé que a primera vista no parece algo tan impactante como lo ha sido para mí. Es más, puede parecer incluso estúpido, pero, ¿sabéis qué? Voy a permitirme el lujo de explicároslo.

Mi padre siempre ha sido una persona matemática: 2+2=4. Cualquier cosa que se saliera de ahí no era admisible. Lo importante era lo imprescindible y nada más que eso. Como persona de estas características, yo me veía obligada en muchas ocasiones a justificar por qué quería determinados regalos, ya que, tirar el dinero no era una opción. Partiendo de esta premisa, no es fácil adivinar que mi madre se pondría de mi parte y al final llegaríamos a un acuerdo.

Ahora bien, ¿qué es eso de "gasto de casa"? Veamos. Llegada a determinada edad, mis padres se dieron cuenta de que consumía demasiados libros para serles rentable, por lo que decidieron darme una paga y que yo me administrase como viera. Aquí se marcó una línea muy gruesa entre lo que iba a salir de mi dinero y lo que no. Es decir, todo aquello que fuera necesario para mi subsistencia (comida, material escolar, transporte...) era un gasto de casa, mientras que aquello que fuese ocio (libros, manga, cine...), saldría de mi bolsillo.

Aplicado al mundo de la belleza vendría a ser como: te pagamos la peluquería y la ropa que te haga falta (para no ir como un indigente pudiendo evitarlo, más que nada) y más concretamente con la cosmética, te pagamos todo aquello que sea necesario para tu salud. Yo sufro de piel muy fina y sensible y me salen irritaciones con nada, por lo que tengo que usar ciertas cremas para estar "normal".

Llegados a este punto, mi padre ha cogido un grueso machete de piedra y ha reventado la línea divisoria a golpes. Mi madre y yo nos miramos, dando a entender que sabíamos que estaba clara la división que se había cargado. Es más, es probable que mi padre ni si quiera sea consciente de lo que tengo o dejo de tener, por lo que no sabe si es "necesidad" o no. Al final mi madre se reía, porque le hacía gracia ver la diferencia en la forma de pensar de los tres.

En fin, el resultado de este asunto es que me "ayudan" a pagar las brochas -yo conforme y feliz, por supuesto- y que está claro que tengo que tener cuidado con esto, porque puede ser un arma de doble filo. La verdad es que si yo le hubiese insinuado algo, como dando a entender que quería que pagasen algo, me sentiría muy mal ahora mismo. Pero bueno, me queda el consuelo de que fue algo... sorprendente.

Y nada más por hoy. Ha sido na soberana chorrada y ni si quiera tengo fotos del momento, pero espero que os haya entretenido la historieta. Me gustaría haberme visto la cara en ese momento, la verdad.

¿Habéis tenido alguna vez alguna experiencia parecida? ¿Que alguien hiciera algo que no esperabais lo más mínimo? ¡Contádmelo!

Nos vemos muy pronto.

Matta ne n.n