Mi viaje a París 2016

¡Hola~!

Hoy os vengo a hablar (con bastante retraso, lo sé) del viaje a París que hice hace una semana. Era la primera vez que salía de la Península, por lo que no sabía muy bien cómo iba a ser la experiencia. Lo cierto es que ha tenido tanto cosas buenas como cosas malas; os cuento:

Torre Eiffel de noche

Vistas al río Sena de noche (1)

El restaurante más antiguo de París

Tiovivo random

Lo primero que he descubierto es que llevo increíblemente bien lo de viajar en avión. Ya no es sólo que no me dé miedo, sino que disfruto tanto del despegue como del aterrizaje. En esta ocasión cogimos unas pocas turbulencias a la vuelta y no supuso ningún problema para mí. Esto me tranquiliza bastante de cara a futuros viajes.

Sobre el trayecto en sí, duró aproximadamente dos horas. Cuando llegamos al aeropuerto de París, eran ya sobre las 5 de la tarde. Pero claro, lo que yo no suponía era que el aeropuerto iba a ser tan inmenso. Ya había estado en varios aeropuertos grandes, pero ninguno como este. Era la primera vez que veía que tenían una especie de teleférico/tren para moverse entre un lado y otro del propio aeropuerto. De hecho, solo en llegar a los apartamentos que teníamos alquilados tardamos otras dos horas.

Como podéis suponer, este primer día solo nos dio tiempo a dar una pequeña vuelta por la zona. En París se hace de noche (al menos en esta estación) sobre las 4 de la tarde, por lo que estábamos en plena oscuridad.

El Pompidou

Vistas desde el Pompidou (1)

Vistas desde el Pompidou (2)

Al día siguiente, tocó el Pompidou, el "verdadero" motivo de la visita -y digo "verdadero" porque creo que todo el mundo fue por el turismo-. Es un museo de arte moderno impresionante, en el que había expuestos varios de los autores que estábamos dando en clase y que íbamos a ver en directo para poder comentarlo.

No voy a entrar en debates sobre arte, pero sinceramente, hay muchas cosas que dijo mi profesor con las que no estoy de acuerdo. De hecho, llegó a un punto en el que parecía que estaba intentando verderme algunos de los cuadros que no me convencían. Mi argumento de "parecen cuadros de consulta de dentista" no logró que me dejara en paz, sino más bien lo contrario. La próxima vez me callo.

Artista callejero pintando con tizas

Al salir, era tirando a tarde, pero aún teníamos un par de horas libres, por lo que aproveché para ir con el doc a Album, una de las tiendas de cómics más grandes de París. El sitio en sí está genial, aunque he de deciros que me llevé un chasco, porque esperaba encontrarme mucha más variedad de manga. Aun así aproveché para comprarme un par de cosillas. Tengo pensado hacer un vídeo comparativo de las ediciones francesas, japonesas etc... pero en general os diré que de tamaño van bien y son algo más baratos que en España.

Tienda de cómics Album

Pasamos por Notre Dame y me compré una crêpe (filloa para os da terra) que estaba muy buena. Me gustó mucho ver como la hacían en la calle y el señor que me la sirvió intentó hablarme en español. Fue muy gracioso cuando dijo "estoy muy casado", porque él mismo se autocorrigió después.

Notre Dame

El río Sena de noche (2)

Más tarde fui a un sephora, porque quería aprovechar para comprarme un iluminador (y así no ir en las rebajas de navidad) y flipé en colores. Tenían una pedazo fiesta montada allí dentro. Nada más entrar nos ofrecieron champagne, canapés y chucherías. Me compré el iluminador que os digo y me dieron dos muestras a elegir (en España te dan una y gracias). Me pareció increíble.

El problema vino después, a la hora de volver. Aun teniendo el navegador en el móvil, nos vimos incapaces de encontrar el camino de vuelta. Después de una hora perdidos, encontramos un chófer en la calle y le pedimos instrucciones. Al final el hombre nos ayudó a pedir un taxi, porque habíamos estado caminando en dirección contraria y estaba muy muy lejos. Pensaba que iba a ser carísimo, pero me salió más caro el taxi de Barcelona, por lo que no me dolió tanto pagarlo.

Torre Eiffel de día

Al día siguiente tocó lo que me destrozó las rodillas: día de monumentos. Si alguien me conoce, sabrá que prefiero disfrutar de uno o dos sitios y pasar tiempo en ellos y no ir a cuarenta. Pues bien, adivinad qué quiso la mayoría. Exacto, ir de un lado a otro de París, hacerse cuatro fotos e irse a casa. Cuando decidimos ir cada uno por su lado, yo decidí volverme a casa, porque no podía más con la rodilla.

Vista del Sena de día (1)

El Arco del Triunfo

El Sena de día (2)

Una anécdota curiosa fue que iba muy desanimada con mi francés (porque casi no había podido chapurrear nada con nativos) cuando de pronto, en los baños de una de las paradas, me di cuenta de que no tenía el móvil encima. ¡Vaya si hablé! Estuve preguntándole a todo el mundo si habían visto un teléfono hasta que apareció. Se me quedó viendo la chica que estaba de guardia en el baño y le dije j'était très preocupée parce que je pensais que j'avait perdu mon portable. Ahí fue cuando me di cuenta de que llevaba un buen rato hablando en francés. Así que bueno, puedo decir que mis años estudiando este idioma han servido para que me defienda. Solo necesitaba un empujoncito para hablar.

En definitiva, me ha gustado mucho la experiencia de ir a Francia, pero no tanto París como ciudad. Si tengo la oportunidad de volver, me gustaría poder visitar alguna otra ciudad algo más pequeña. Me suelen gustar las ciudades grandes, pero creo que París es tan tan grande que es como si fueran varias ciudades juntas. Para mí, un tamaño tipo Madrid-Barcelona es el ideal.

Nos vemos.

Matta ne n.n

(Y un abrazo especial para los que hayan llegado hasta aquí).