El ovillo de lana de Umiko: reflexionando sobre mi microeconomía

¡Hola~!

Hoy vengo a compartir con vosotros una serie de reflexiones que he tenido estos días sobre mi "situación económica". Todo esto venía en parte por mis propósitos de año nuevo de finalizar series y comprar más fuera, etc. El caso es que he ido pensando sobre lo muchísimo que he cambiado en los últimos años.

Cuando empecé a coleccionar manga, mi paga era diminuta. En gran parte, porque me obligaban a pagar mi tarifa de móvil fija a mí, con lo cual, si ya tenía poco dinero y encima me quitabas más, prácticamente nunca compraba nada (las llamadas no costaban lo que ahora, en serio). Me compraba un tomo o dos, normalmente cada dos meses y lo poco que me sobraba lo seguía guardando como podía.

Pasados un par de años, recuerdo que me subieron la paga y pasó a ser dos tomos al mes. Para mí aquello ya fue un salto cualitativo importante. Sin embargo, no fue hasta hace poco tiempo que realmente tenía la capacidad económica para comprar lo que compro ahora mismo. A veces siento que tal vez no debería coger tantos tomos, ya que algunas veces antes me auto-castigaba por gastar demasiado. Aun así, no puedo negar mis ansias de leer más y profundizar en este mundillo que es el manga.

Por otra parte, mis pensamientos me llevaron a una serie de hechos tan lógicos como estúpidamente obvios y, lo cierto es que, creo que debería empezar a cambiar un poco más mi política a la hora de seleccionar qué series quiero empezar. Por ejemplo, hasta ahora he ido comprando lo que veía en las tiendas manga que me llamaba la atención. ¿Que eran dos tomos? Pues bueno, no es tan larga. No. Esto tiene que acabar, porque realmente no es lo que busco. Me he dado cuenta de que estoy dando prioridad a series que no sé si me van a gustar, frente a series que SÍ me están gustando. ¿Absurdo, no? 

Pues al final, una se va dejando y acaba dándose cuenta de que no todas las series que está coleccionando son merecedoras de tanto privilegio. Voy a establecer unos límites que no quiero traspasar. No sé si lo conseguiré o no, ya que la curiosidad es muy traicionera, pero de todas formas, a veces decisiones impulsivas me han llevado a algunos de mis mangas favoritos. 

Muchos de mis mangas favoritos (la mayoría yaois, para qué negarlo) todavía no tienen un hueco en mi estantería. Hueco que quiero y voy a dárselo. Todavía no se cuándo podré hacerlo, pero lo que tengo claro es que no quiero que pase de este año. Poco a poco, espero que vayan llegando.

En definitiva, todavía estoy buscando un equilibrio en mi forma de entender e invertir en el manga. Me parece algo bastante más complicado de lo que pensaba en un principio, ya que las opciones se van expandiendo lentamente. ¿Qué os parece a vosotros? ¿También os cuesta decidiros a comprar series nuevas?

Nos vemos.

Matta ne n.n