En busca del tomo perdido

¡Hola!

Hoy voy a hablaros de algo que he estado pensando estos últimos días y es que cada vez las librerías/tiendas de cómics se preocupan menos del estado de los productos que ofrecen. Esta entrada viene a que llevo dos semanas buscando como loca un ejemplar que estuviese bien (ya no perfecto) del tomo 11 de Bakuman. Como tampoco se trata de hacer mala publicidad, he decidido referirme a las librerías como "tienda A, B o C" dependiendo de su papel en la trama. Pues bien, si os apetece escuchar una pequeña historia, quedaos, que empezamos.

Como toda buena otaku, suelo ir a una misma tienda todos los meses (tanto que ya me conocen). Fui allí y me di cuenta de que tenían la serie apilada en horizontal y no en vertical, como de costumbre. Para los que no lo sepan, esto es muy malo para el tomo, ya que deforman los lomos y encima, los bordes de la sobrecubierta estaban bastante doblados. Como ese día tenía bastante tiempo, decidí parar en la tienda B, que me quedaba de camino a casa en lugar de molestar a las dependientas. Desgraciadamente, la tienda B me dijo que no lo tenían, pero que no hacía falta encargarlo, ya que iba a llegar en el reparto habitual pasados un par de días.

Así esperé yo con toda la ilusión el tiempo que me habían dicho. Pues bien, pasados un par de días volví a la tienda B a comprobar si había llegado. En esta ocasión no sólo me dijeron que no había llegado, sino que tampoco sabían cuando iban a tenerlos. Es decir, que antes sí y ahora ni idea, ¿no? Ya algo molesta, volví a la tienda A (sí, esta historia va de paseos por la ciudad) y comprobé que el tomo no sólo estaba doblado, sino que también estaba sucio. Se lo dije a la dependienta y me trajo otro. Otro más doblado aún.

Ya comenzaba a sentirme indignada. Esos pobres tomos merecían ser bien tratados. Una cosa es que con el paso del tiempo acaben algo tocados y otra cosa es que te vendan como nuevo algo que podría ser de segunda mano. Tantas vueltas di por tiendas más pequeñas que estuve varios días preguntándome si en algún momento llegaría realmente a encontrar uno que mereciera la pena ser comprado.

El caso es que ayer volví a la tienda B a comprobar si habían llegado el pedido. Sí, efectivamente, habían repuesto Bakuman. Pero de todos los tomos sólo faltaba el 11. ¡Aquello ya era una afrenta muy grande a pagar! Cualquiera diría que me estaban tomando el pelo.

Salí de la tienda echando humo y recordé que, por los alrededores, había otro local, bastante friki también, centrado más que nada en juegos de cartas, pero que tenía algo de manga. Y... ¡ALELUYA! Tenían el número que me faltaba; y no sólo eso, sino que además también tenían el tomo 20 con cofre. ¡Bieeeeen! (Por una vez tengo todos los cofres de una serie).

Estoy procurando tomármelo a coña, pero la verdad es que es un asunto que me preocupa. Cada vez son más las tiendas que apretujan los libros tratando de ahorrarse espacio. Por si eso fuera poco, tampoco prestan atención a los clientes que, por cierto, en ocasiones son muy maleducados, llegando incluso a leer como si fuese una biblioteca. Yo lo siento mucho, pero como consumidora, me niego a llevarme a mi casa un producto que esté dañado, ya sea mucho o poco.

¿Y vosotros? ¿Qué opináis de este tema? ¿También os pasa en vuestras ciudades? Espero vuestros comentarios. 

Nos vemos.

Matta ne n.n