¡Hola~!
Soy consciente de que hace mucho que no frecuento estos lares y, además de todas las posibles excusas que podría poneros, lo cierto es que llevo más de una semana con un teclado sin la "o" y sin la tecla control, con lo que, ponerme a redactar sería altamente tedioso. Por suerte, he podido permitirme un teclado nuevo y no se me ocurre mejor forma de celebrarlo que empezando por una entrada larga para ponerlo a prueba.
Sí, soy consciente de que a veces abuso del hecho de saber que somos pocos y que cuento cosas de mí bastante personales, pero, en cierto modo, el desahogarme de esta forma me libera de esa carga. Ya que tampoco podré hacer vídeos durante una temporada, creo que es la mejor opción. En esta ocasión lo voy a narrar como si fuese un storytime, es decir, que voy a cambiar los nombres de los "protagonistas" y que voy a ofrecer enteramente mi punto de vista. Soy enteramente consciente de que si alguno de los que están involucrados en la historia leen esto, se van a enterar de todo lo que pienso, pero lo considero un acto de honestidad, hacia mí misma y hacia lo demás. De nuevo, mi historia, mis ideas; con lo que espero que comprendáis que no puedo evitar dar ciertos juicios.
Para mí, todos los malos días no constan solo de un día; parece como que el universo se va configurando para que sepas que se avecina algo malo. Tal vez haya algo de misticismo en ello, no lo sé; lo que sí sé es que creo en leer el ambiente y, hace un par de semanas, ya me olía que se aproximaba una racha bastante jodida. Todo empezó el día que, estando tranquilamente en el ordenador, golpeé uno de los recipientes para guardar el agua que uso con las acuarelas. Resultado: Una pantalla ligeramente dañada y un teclado que ya no sirve para escribir. Me sentí algo avergonzada de mi torpeza, pero lo cierto es que no me dio mucho que pensar. Un mal augurio, simplemente. La cosa siguió al día siguiente, en clase de japonés.