¡Hola~!
Hace tanto que no me siento tranquilamente a escribir, que ya ni si quiera puedo acordarme de la última vez que lo hice. Últimamente me encuentro en un estado mental complicado y es ahora, a la 1:11 de la noche, cuando me siento en mi silla a hablar con el aire. Vosotros me leeréis, pero en el fondo siento que es una bocanada de frío que me lanzo a mi misma como forma de ordenar mis pensamientos.
Debería plantearme hacer una sección solo para mis desvaríos de madrugada, ya que parece que florecen de tanto en tanto. Y es que siempre que mi cabeza se sumerge en pensamientos muy profundos, al final acaba ahogándose y necesita soltar el agua que me sobra. Estos días he estado abrumada por el trabajo de la universidad. Hacía mucho que no sentía tanta ansiedad y he tenido que levantarme de la cama cuando, intentando dormir, me he descubierto con palpitaciones, ahogada en todo lo que me preocupa.
Es entonces, en estas etapas de desesperación, cuando cada vez que tengo unos minutos para desconectar, afloran estas reflexiones tan personales sobre mi vida. A veces creo que debería callármelas, pero otras, sencillamente no quiero.
Estos días, cada vez que salía a caminar, me daba cuenta de lo irónica que es mi vida en muchos aspectos; y el aspecto que más me ha afectado últimamente es el de la soledad - oh, vaya sorpresa. Vuelve Umiko depresiva -. Es como si mi cabeza estuviera dividida en dos, totalmente opuestas y que no son capaces de convivir la una con la otra:
Por una parte, adoro la soledad. La necesito. Es ese tiempo para mí que me permite ser creativa, emocional y abierta, que me deja sincerarme conmigo misma y mis preocupaciones. Cuando paso muchos días rodeada de gente o con planes muy seguidos, me doy cuenta de lo mucho que me hace falta y la añoro. Sinceramente, creo que sin ese tiempo para mí, no sería quien soy, ya que toda mi personalidad se cimienta muchas veces en lo que siento cuando hago cosas, en conocerme, en intentar aceptarme y en crecer poco a poco.
Por otra parte, odio la soledad. La detesto. Me hace sentirme miserable e ignorada. Soy de esas personas que sienten que no hacen falta. Muchas veces me siento insignificante en mi propio mundo. Soy lo suficientemente egoísta como para querer vivir la vida a mi manera, buscar mi camino y no dejarme influenciar por nadie, pero a la vez, soy totalmente consciente de que si yo estuviera, el mundo giraría exactamente igual. Soy un grano de arena en la orilla.
Lidiar con otras personas se me da mal. Muy mal. Hay veces que hasta pienso que no sirvo para convivir con otros humanos, porque no consigo generar empatía; no hasta el nivel que necesito. Me explico:
Tú cuando conoces a alguien y te cae bien, empiezas a forjar un lazo; ese lazo va creciendo, desde la leve cordialidad hasta una amistad íntima, muy cercana. En cada paso de este proceso uno se puede quedar parado, suspendido, dependiendo de cómo evolucione la interacción con la otra persona. Pues bien, yo juraría que tengo una barrera hacia el interior de los demás que no me deja llegar a ellos. No es que no tenga amigos, no es que me falte gente en la que confiar. Sencillamente, nunca llego a ese último nivel de reciprocidad. Y esa es la soledad que odio, la soledad de saber que la otra persona no comparte tu misma perspectiva.
Estos días, lo que he estado pensando más seriamente es que quizás la culpa de esto último sea mía. No en el sentido de que no lo intente lo suficiente - que podría ser en algunos casos - sino que siento que elijo a las personas de un determinado patrón; una fórmula con la que encajo, pero que siempre acaba mal. Si me pongo a pensarlo fríamente, casi todos mis amigos comparten ciertos rasgos, más concretamente, que son muy sociales.
El problema viene a la hora de poner de uno para quedar, para hacer planes, para mostrar interés. Yo soy una persona muy ocupada, pero siempre tiendo a volcarme - tal vez demasiado - en los demás. Si estoy en épocas de exámenes, pero tengo la oportunidad de quedar con gente que aprecio, muevo cielo y tierra para poder ir. Sé que hay gente que no lo verá así, lo cual es lógico si tenemos en cuenta las prioridades de cada uno, pero para mí, lo que me hace feliz siempre tiene prioridad sobre mis obligaciones. Siempre. Una cosa es trabajar duro en algo que quieres y otra muy distinta es dejar que te absorban las obligaciones.
El caso es que siempre tengo la sensación de ir detrás de los demás. Si Umiko no propone plan, nadie lo hace; si yo no empiezo una conversación, nadie me habla. Y cansa. Ya lo creo que cansa.
Llega un punto en el que ya no sé si es que molesto, ya no sé si es que cada uno tiene su vida y no se acuerda de mí o si simplemente los demás ya tienen sus círculos cerrados. No lo sé. Lo que sí sé es que tengo que aprender a hacerme buscar.
Creo que nunca hablé de mi ruptura con mi ex en el blog - ni tampoco es que quiera ir aireando toda mi vida -, pero sí que es cierto que con él me pasaba exactamente lo mismo. Sí que es cierto que él me hablaba, pero a la hora de quedar, siempre ajustaba mis horarios a los suyos, siempre intentaba pasarme cerca para verle un rato y siempre iba a buscarle los fines de semana para poder estar juntos. Siempre. Y por mucho que la situación del otro sea complicada, cuando ves que es unilateral, cuando ves que el esfuerzo que pones tú no es el mismo que el del otro, es cuando te quemas.
A veces creo que debería tirar mi móvil por ahí y desconectarme del mundo. Me encantan las redes sociales y toda la gente que he conocido a través de ella; pero por otra parte, me hacen sentir necesidad de notificaciones, de mensajes, de publicaciones...
A los que dicen que hay que abrazar tu propia soledad, les diré que estoy de acuerdo, pero solo en parte. Como os dije antes, la soledad es una bendición cuando la quieres, cuando encaja con tu estado de ánimo. La soledad forzada, sin embargo, es muy jodida. Es esa soledad que te abruma y te amarga. La soledad que te hace cambiar tu forma de ser y sacar lo peor de ti es una tortura. He visto a mucha gente acabando sola por tomar malas decisiones. Ahora bien, después de tanto pensar sobre el tema, lo que me pregunto es si ellos han despreciado a todo el mundo o si el mundo les ha rechazado a ellos.
Y voy a terminar este pedazo rollo que os he soltado con una cita de mi querido Haruki Murakami, que dice así:
“Cada uno de nosotros sigue perdiendo algo muy preciado. Oportunidades importantes, posibilidades, sentimientos que no podrán recuperarse jamás. Esto es parte de lo que significa estar vivo”.
Sabes? Me ocurre exactamente lo mismo.
ResponderEliminarMe gusta estar sola pero hay momentos en los que me siento tan y tan sola, pero tan sola que me pregunto qué estoy haciendo con mi vida. Es como si construyera un muro a mi alrededor impidiendo el paso a todo el mundo.
También pienso que, por muy ocupado que estés, si realmente quieres quedar con alguien sacas tiempo de donde no lo hay. Y como eso muchas otras cosas con las que la gente no deja de decepcionarme haciendo que me encierre aun más en mi misma y así volvemos al punto anterior.
A veces siento como si en mi vida faltara esa persona que te da la palmadita en la espalda cuando sientes que ya no puedes más. Espero que llegue algún día porque me he dado cuenta de que no soy tan fuerte como pensaba.
Quejarse por algo que creas tu misma lo cual lo hace más frustrante y deprimente.
Me pregunto cuando saldré de este círculo vicioso porque a día de hoy lo veo todo muy negro...
Si esto fuera una serie seguro que aparecería mi príncipe azul para hacerme feliz, jajaja....
En fin, que dejo ya el tema para no deprimirte aun más, jaja
Buho deprimido 2 xD
Veamos... Realmente no sabía si comentar o no, sé que es algo personal tuyo, pero me he sentido tan identificada en muchas de las cosas que has dicho y me encuentro en un momento tan... Vamos a decir "de bajón", que creo que me ha afectado un poquitín más de lo debido :x Igual no quiero hablar de ello, soy de esas personas que se guardan todo dentro hasta reventar, y es entonces cuando me encierro más en mí misma. Pero en fin, no soy la persona más indicada para dar consejos, así que solo diré lo que intento aplicarme a mí misma: disfruta de lo que venga, y quien te quiera de verdad, ahí estará. Llegará ese momento en que el interés será bidireccional.
ResponderEliminarUn besito.
Me siento identificada, en lo que se refiere a la relaciones a mi me gusta cuidarlas que creo que lo deberia de ser normal, pero desde que me fui a vivir fuera mis amigas eran muy pasotas y si yo no las hablaba o iba detras de ellas, ellas no me decían nada por lo que me canse y he estado años un poco asqueada con las relaciones y eso que soy una persona que le gusta conocer gente pero me cansa el volver a hacerme amiga de alguien y que me vuelva a pasar lo mismo que donde resido no tengo ninguna amistad, valoro mucho la soledad y el tiempo que paso conmigo pero como dices también odio la soledad obligada y tengo ganas de salir y relacionarme que creo que cada vez como que me cuesta más.
ResponderEliminarSi no fuera por luar que aun estando tan lejos me siento tan cercana a ella estaría peor, así que pienso que en algún momento llegaras a encontrar una persona así y la soledad sera más llevadera ;)
*Abraza*
ResponderEliminarDesahogarte como puedas y cuantas veces necesites :)
Espero que pronto puedas estar más tranquila y puedas respirar un poco
Yo como todas, me identifico mucho con amar la soledad, y por mi introversión necesito obligarme a interactuar con las personas cuando me doy cuenta de que he pasado mucho tiempo recluida. Me siento abrumada cuando me he saltado eso de “obligarme” y he pasado mi límite de estar cómoda con la soledad.
Sentir que no haces falta es como esos pensamientos parásitos que se van colando en tu vida, no lo dejes. Formas parte de la vida de los demás de diferentes formas, todos influimos en todos y eres importante para muchos, incluso para mucha gente que ni conoces en persona, como las que leemos tu blog o vemos tus videos :D
Cada quien tiene su proceso de conectar con las personas, puede ser que sea tu culpa, puede ser que sea de ellos, puede ser mal timing o que tengan procesos diferentes, pueden ser muchas cosas pero creo que lo importante es seguir intentando. En mi caso no he logrado conexiones así desde que tengo 20 ^^Uu creo que es muy difícil hacer amigos cuando eres adulto orz lo único que puedo decir es que hay que seguir intentando.
Creo que de cierta forma buscamos en las personas lo que nos gusta (así como nos caen mal las personas en las que vemos reflejado lo que no nos gusta de nosotros), así que no creo que sea malo que tengas un patrón, solo demuestra lo que te gusta de las personas.
También creo que es muy importante decir lo que sientes, aunque no creas que es necesario y especialmente porque crees que ellos deberían saberlo, lamentablemente las personas no leen mentes y por esperar que hagan lo que queremos terminamos tristes, a veces diciendo las cosas más claramente podemos entendernos más y mejorar las cosas. Te lo digo como la amiga que siempre se olvida de hablar con sus amigos y a quien la han retado y ha cambiado hábitos por ello, incluso cosas que crees que no son importantes pueden estarte alejando de otros… a mi me costó mucho entender que a un amigo le gustara acompañarme a hacer trámites solo para pasar el rato y para mi era una pérdida de tiempo, muchos malentendidos similares nos alejaron mucho y todavía no estamos tan cercanos como antes. Puede ser que algunos sean como yo, puede ser que otros sean ocupados, puede que a otros no les importe mucho, pero igual habrás alzado tu voz.
Has visto el mensaje que dice que no debes hacer por alguien más de lo que él haría por ti? y luego el tachado diciéndote que sí, que vayas y lo des todo sin esperar algo a cambio? Yo creo que los dos son muy extremistas xD yo solo trato de hacer las cosas que me nacen, no siempre la gente te va a responder igual, algunos lo harán, algunos darán menos o más y otros poco. Y si consideras que alguna solo toma y no da nada, entonces está bien alejarse, pero no te sientas mal por haber dado.
Ojalá y alguna de mis palabras ayude, y alguno de mis abrazos virtuales reconforte :)
Hola guapa. Que sepas que me he sentido muy identificada en muchas cosas que dices. De siempre he sido bastante introvertida, y sobre todo muy tímida. Y también soy de esas personas que necesito soledad, aprecio esos momentos en los que simplemente estoy conmigo misma, y nada más, los necesito con mucha más frecuencia que otra gente que conozco. Sin embargo, como tú dices, eso no hace que odie estar con gente, todo lo contrario, necesito saber también que "importo a alguien". Y ahí viene el punto donde más reflejada me he sentido, y es lo de dar la sensación de no terminar de llegar a la fase más profunda en una relación con una persona.
ResponderEliminarTengo amigos, y muy buenos, pero siento que esa conexión especial de entendimiento no me ha llegado con nadie, y a veces eso te hace sentir un poco triste, o de bajón.
Como tú dices, te hace pensar que somos prescindibles para el mundo, pero por otra parte lo piensas y ¿quién no?
Un abrazo virtual, que aunque no sea igual, algo es algo ^^. Besotes guapa :3